
Mi persona empieza a construirse desde antes de haber nacido. La historia familiar definió muchas de mis pasiones actuales. Aunque nadie de mi familia conocida había estudiado filosofía, anteriormente, me gusta pensar que la suma de posibilidades culminaron en mi conciencia profundamente filosófica. Tengo orígenes modestos. Nací en un lugar mucho más pequeño que en el que vivo; sin embargo, la casa que habitaba me impregna la memoria de recuerdos significativos. Me interesa la reflexión sobre la existencia humana, su vida histórica, las producciones artísticas que ha generado y las nuevas perspectivas que toma ante este mundo. No creo en la genialidad ni en la originalidad. Creo que la coincidencia es más que la casualidad porque, en primer lugar, la coincidencia se refiere a que varios hechos emerjan en un mismo lugar para constituir ese “ahora” que somos todos los días.