Los grandes pensamientos e ideas no surgen ya con la complicidad de los extensos libros, las metafísicas teleológicas y las epistemologías trascendentales. Al contrario, cada día más, las ideas se vuelven nudos simples que atan ensamblajes complejos.
Los recursos actuales de la comunicación, el intercambio y la tecnología, impiden que las cosas operen del mismo modo cuando un libro, era toda la verdad disponible y toda la sabiduría reconocida.